Los sobaos pasiegos El Macho son todo un emblema del valle del Pas y una compra irresistible para todo viajero glotón.
Disfrutar de un auténtico sobao pasiego a media tarde con un vaso de leche, o en el desayuno, es -como mínimo- sentirse como un rey moro.
En un lugar de inigualable belleza, en pleno corazón de los Valles Pasiegos, se encuentra Selaya, un pueblo de la Cantabria interior que aúna todo lo que un viajero espera encontrar allí: colinas, muros de piedra, casonas y mucho verde. Y aquí se encuentra la casa donde se comenzaron a hacer lo que probablemente son los mejores sobaos de toda Cantabria.
En Casa El Macho se elaboran sobaos y quesadas desde el siglo pasado. Entonces, los hacían y vendían en el salón del baile donde llegaban los visitantes y se acercaban a bailar con la gente del pueblo, al ritmo del organillo.
Con el tiempo, y más de tres generaciones después, se llega al obrador que es hoy, donde se elaboran sobaos y quesadas siguiendo aquella receta original.
Los sobaos pasiegos El Macho se hacen con mantequilla, azúcar, huevos, harina e impulsor. No tienen conservantes y su sabor y esponjosidad es absolutamente deliciosa. Tienen la certificación de Indicación Geográfica Protegida (IGP), que acredita que sus productos se hacen con materia prima de la región y que no llevan conservantes, un sello que Casa El Macho luce en todos sus envases.
Un producto único, delicioso, fiel a la receta original y con una textura y sabor indescriptibles.